La paz es imprescindible para la implantación de un Nuevo Contrato Social, que USO, junto con la CSI, apoya para abordar las desigualdades y construir una sociedad más inclusiva
El próximo mes de agosto se celebrará por fin la postergada Conferencia encargada del examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TPAN).
USO, junto con la Confederación Sindical Internacional, considera la paz como un requisito previo esencial para un Nuevo Contrato Social que apueste por la seguridad humana a través de sociedades más inclusivas, resilientes y pacíficas.
El TPAN, un mecanismo imprescindible para la paz
El Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TPAN) es el primer tratado legalmente vinculante que prohíbe por completo las armas nucleares, con el objetivo de su total eliminación. Fue aprobado por la Asamblea de Naciones Unidas en 2017 y entró en vigor el 22 de enero de 2021 con la 50º ratificación de Honduras.
Este tratado, a diferencia del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1968, sí incluye las armas químicas, biológicas o las minas terrestres antipersona. Además, el TNP solo contiene prohibiciones parciales, mientras que el objetivo del TPAN es su eliminación total.
El tratado considera que un mundo libre de estas armas es un bien público universal y fija la prohibición de “desarrollar, ensayar, producir, fabricar, adquirir de cualquier otro medio, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares”.
España, al igual que el resto de países de la OTAN, no apoya el TPAN, favoreciendo de esta manera la escalada armamentística y las políticas belicistas. Un tratado que tampoco han firmado los ocho países que cuentan con armas nucleares; los cinco del TNP: EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia y China, y el resto de países con armas nucleares confirmadas oficialmente: India, Pakistán y Corea del Norte. La Décima Conferencia de las Partes encargada del examen del TPAN tendrá por fin lugar en agosto, después de un retraso de dos años motivado por la pandemia.
La paz basada en la justicia social
A este contexto de peligro nuclear y falta de respuesta de desarme por parte de las grandes potencias, se le suma que la humanidad afronta las amenazas del cambio climático y de las pandemias, combinadas con un aumento de la desigualdad y la polarización. El sistema de seguridad global está tambaleándose, como señala el secretario general de la ONU, António Guterres: “la humanidad se enfrenta a una dura y urgente decisión: colapsar o avanzar”.
La paz universal y permanente sólo puede basarse en la justicia social, y para ello es imprescindible invertir en seguridad humana por medio de la creación de un Nuevo Contrato Social. USO, junto con la CSI, apoya la implantación de un contrato social que logre abordar las desigualdades y construir una sociedad más inclusiva, resiliente y pacífica.
El nuevo contrato social deberá:
- Implementar la Declaración del Centenario de la OIT de 2019 para el Futuro del Trabajo.
- Poner en marcha un Fondo Mundial de Protección Social Universal.
- Crear un estándar universal de derechos laborales.
- Establecer un tratado multilateral vinculante que imponga los derechos humanos sobre las empresas a lo largo de sus cadenas de suministros.
- Regularizar a más de mil millones de trabajos informales y de plataforma.
- Reforzar la lucha contra la desigualdad a través de un sistema de impuestos transnacionales.
Los sindicatos a lo largo de todo el mundo abordarán la forma en que se puede alcanzar un nuevo contrato social en el 5º Congreso Mundial de la CSI, al que asistirá USO, y que tendrá lugar en Melbourne del 17 al 22 de noviembre de 2022.
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